La última en Ultrahogar

Día entre semana. Israel y yo entramos a Ultrahogar después del clásico helado del McDonald's. Israel pregunta algo sobre una cámara de vídeo. Yo observo una vitrina repleta de cámaras de fotos. Israel habla con el dependiente a mi lado. Yo, mientras, divago...

"Joder, tengo que arreglar la cámara, que no funciona. ¿Compro una mejor? Dicen que el arreglo cuesta más que una nueva en muchas ocasiones. Mmmm...joder, joder, hablando de arreglos, tengo que arreglar el anillo de Cecy. Siempre se me olvida. Y de paso voy a que le cambien la pila a su reloj también. Mmmmm....hablando de pilas (en ese momento marco a Cecy). Oye, ¿cómo se llamaba el plomero? (Colgué al recordar su nombre y le marqué -hablando de arreglar cosas). Hola Martín, ¿puedes venir a casa el viernes? Se me han fundido tres focos, hay tres tuberías echando agua y no sale gas del bóiler (hablando de arreglar cosas)"

Salimos de la tienda después de 10 minutos. La visita a Ultrahogar fue como una reflexión responsable, sobre todo en un matrimonio. Es curioso lo rápido que es pensar y lo lento que es recuperar el dinero que se ha ido en todos esos arreglos. Por eso, he tomado una decisión: esa fue la primera y la última vez que entro en Ultrahogar...