26 abr 2009

Michelle

En la celebración del cumpleaños de Dennis (chico) estábamos todos en la quinta y llegó un show de piratas de lo peor. Trajes mal hechos, no se movían, etc. Hasta los niños se aburrieron a la mitad. En una de sus actividades, sacaron a tres papás a bailar con sus hijos. Como había pocos hombres, tuve que salir a bailar con una hija adoptiva.
-Hola, ¿cómo te llamas? Le pregunto a la nena.
-Michelle
-Ah! Bonito nombre, y le agarro los hombros y la pongo delante de mi mirando al show.
En ese momento se da la vuelta y me pide que me agache moviendo la mano rápidamente.
Con cara seria....
-Shhh...shhhh...sé karate.
-(Joder), pensé. No te preocupes, nena, que no lo utilizarás conmigo...
Le quito las manos de los hombros riéndome....y ella, sin darse cuenta del movimiento comienza a llamarme "tío"....

19 abr 2009

Abrázame

Hace unas horas, casi a la entrada de Mérida, comenzó a sonar una versión de la canción "Abrázame" interpretada por Iván Ferreiro (ex de Los Piratas). Cecy y yo nos quedamos en silencio mientras se escuchaba la guitarra del principio.
-Me encanta esta canción, le dije.
-Sí, a mi también.
(Abrámeeee y nooo me digas nada solo abrázameeee como si fuera ahora la primera vez..., cantamos los dos).
-¿Has escuchado bien la letra alguna vez? -Le pregunto-
-Sí. Está muy padre.
-Tiene que ser duro que alguien te diga eso, ¿verdad?
-Terrible. Y que te digan que se quedan sin vida porque te vas y que aunque te vas, te va a esperar...
(Y Cecy repite la canción; y nos quedamos callados mientras la escuchamos...nuevamente; y ponemos más atención en la letra, y en la situación...)

"Abrázame y no me digas nada sólo abrázame
me basta tu mirada para comprender
que tú te irás...
Abrázame, como si fuera ahora la primera vez
como si me quisieras hoy igual que ayer... abrázame...
Si tú te vas te olvidarás que un
día hace tiempo ya
cuando éramos aún niños me empezaste a amar
y yo te di mi vida, si te vas...
Si tú te vas ya nada será nuestro
tú te llevarás en un sólo momento
una eternidad me quedaré sin nada si te vas...
Abrázame y no me digas nada sólo
abrázame, no quiero que te vayas,
pero se muy bien que tú te irás.
Abrázame como si fuera ahora la primera vez
como si me quisieras hoy igual que ayer... abrázame...
Si tú te vas me quedará el silencio
para conversar,
La sombra de tu cuerpo y la soledad
serán mis compañeras si te vas...
si tú te vas se irá contigo el tiempo
y mi mejor edad,
te seguiré queriendo cada día más
esperaré a que vuelvas si te vas..."

12 abr 2009

La historia de "Sugar" Ray

Hoy, leyendo el diario Marca on line me encontré con esta historia. Es un buen artículo aunque le sobran muchos adjetivos. Pero es interesante. Lo que consiguió este artículo son dos cosas: una, que aunque no me guste mucho el boxeo lo haya leído, y dos, que lo estoy compartiendo en el blog.


SE CUMPLEN 20 AÑOS DE LA MUERTE DE ‘SUGAR’ RAY ROBINSON, EL MEJOR BOXEADOR LIBRA POR LIBRA DE LA HISTORIA

'Sugar' Ray, el que se comió la vida a golpes

Por QUIQUE PEINADO (Diario Marca)

“Sé que me he gastado cuatro millones de dólares. Y no me arrepiento. Nunca aposté, simplemente me dediqué a hacer a la gente feliz, a llevar a los míos conmigo y a prestarle dinero a quien lo necesitaba. Muchas veces no me lo devolvían, pero no me importa”. La frase era de un orgulloso boxeador retirado, ‘Sugar’ Ray Robinson, unánimemente reconocido como el mejor boxeador de la historia libra por libra. Acabó arruinándose, pero nunca se arrepintió de lo hecho. “El dinero es para disfrutarlo”, decía.

Mohammed Ali dijo de él que era “el rey, el maestro, mi ídolo”. Le ofreció ser su manager, cuando ‘Sugar’ ya flirteaba con la indigencia, pero se negó. La oferta incluía hacerse de la Nación del Islam, la secta de musulmanes negros de la que era devoto Ali. “Le dije que era cristiano y que creía en Dios”, declaró Robinson. Así era él: todo importaba más que el dinero.

Tanto fue así que a mediados de los 60, unos meses después de retirarse a los 44 años, la ciudad de Nueva York, la misma que le había visto crecer en su orgulloso Harlem cuando a los 12 años emigró desde Detroit, le hizo un homenaje. El Madison Square Garden, repleto, recordó su figura, su pegar radiante, galáctico, el más rápido que ha habido jamás. Y le dio un gran trofeo que le coronaba como ‘El mejor boxeador de todos los tiempos’. Cuando llegó a su modesta casa, se quitó el traje que ocultaba su ruina y el trofeo se quedó en el suelo. Sólo tenía dos muebles: una plancha de débil metal sobre cuatro patas de madera y una vieja cama de madera. Ninguno aguantaba el peso del pesado galardón.

Fue el resultado de la manera en la que interpretó la vida. Viajaba con 13 personas, desde un peluquero hasta un chico que silbaba en los entrenamientos para que ‘Sugar’ llevara el ritmo. Inventó el concepto de ‘séquito’, esa gente que, sin saber muy bien por qué, acompaña a algunos deportistas, especialmente afroamericanos. “Algunos venían simplemente porque me lo hacían pasar bien, para reírnos”, reconocía el boxeador.

Hoy se cumplen 20 años de su muerte, víctima del Alzheimer, en California, donde pasó sus últimos años haciendo esporádicas apariciones en televisión y gestionando una fundación de ayuda a los más pobre. Dos décadas desde que se fue el púgil que bailaba en el ring y cuando se bajaba de él quería seguir danzando, devorando la vida que le había dado el don de boxear como nunca nadie lo hizo antes ni lo ha vuelto a hacer después.

El boxeo más dulce
No había nadie en Nueva York que, a comienzos de los 40, no hubiera oído hablar de ‘Sugar’ Ray Robinson, el chico de los golpes dulces, el que lanzaba puños a la velocidad de la luz. Como amateur había ganado sus 85 combates, 69 por KO. “Era capaz de dar un golpe de KO retrocediendo. Su juego de pies era algo nunca visto hasta entonces. Su velocidad de manos era inigualable”, escribió Bert Randolph, director de ‘Ring Magazine’, en un libro en el que colocaba a ‘Sugar’, como todos, en el número uno del ranking de todos los tiempos.

Para Robinson, la clave era “el ritmo. Tienes que tener ritmo y hacer que el rival no se meta en él. El boxeo es el arte de la autodefensa”. Un ritmo que exhibió en aquellos seis combates de leyenda con Jake LaMotta, recogidos en ‘Toro Salvaje’, la mítica película de Martin Scorsese. Pero el baile encima del ring no le llenaba.

Tal era su afán de ritmo que en 1952, 12 años después de su debut profesional, decidía retirarse para empezar una errática carrera en su otra gran pasión: ser bailarín de claqué. Acababa de ser noqueado por primera y única vez en su carrera por Joel Maxim. A Robinson le tiraron los golpes de su rival, pero sobre todo, el calor: En el Yankee Stadium, al aire libre, hacía 39 grados y antes que Robinson, se cayó el árbitro, también víctima del calor.

Era su primera retirada, con 131 victorias en 136 combates. Tres años después, tras fracasar como bailarín, volvió, y dejó grandes gestas. En su tercer combate, contra ‘Bobo’ Olson, ya era otra vez campeón del mundo. Terminaría con 16 derrotas, seis de ellas en sus cinco últimos meses como profesional, ya físicamente mermado y con su desordenada vida comiéndose su talento.

Luego vino la pobreza y un final honroso, el que pudo llevar con dignidad sus últimos años hasta que el Alzheimer le convirtió en sus propios recuerdos. Tenía 67 años cuando, el 12 de abril de 1989, se fue para siempre. Él se comió su vida a golpes, la disfrutó y, quizá, acabó noqueado por ella. Pero fue la derrota más dulce del boxeador que pegaba con puños de azúcar.


http://www.marca.com/2009/04/12/mas_deportes/otros_deportes/1239520366.html

6 abr 2009

El tío

Ayer hablé por teléfono con mis papás y uno de mis dos sobrinos. Quería aprovechar que los dos niños estaban allí durante la Semana Santa para hablar y oir sus voces. Ambos son de lo más bonito que hay en mi vida. Después de que me comentaron que la pequeña ya estaba durmiendo, hice que sacaran al mayor que estaba dándose un baño para hablar con él.

- ¡Hola, chavalote! ¿Cómo estás?
- Bien. Me han regalado una Nintendo DS
- ¿En serio? Qué chulo. Pero antes, te acuerdas de mí, ¿no?
- Sí. Claro.
- ¿Sí? A ver, ¿quién soy?
- Eres el tíooooo.....
- ¿Qué tío?.....
- El tío.......mmmmmmmm.......el tío......Javi
- Madre mía, sí que has tardado. Ni te acordabas de mi nombre.
- No. No me acordaba. Es que hace mucho tiempo que no te veo.

Y a uno, que no se lo espera, se le rompe el corazón...

5 abr 2009

Decídete que te estoy esperando....

Se llamaba Estela. Tenía más o menos mi edad y por aquel entonces no tenía pinta de Yoli ni culomoto. Era una chica normal, bonica, pero nada fuera de lo normal. Aun así, para mi, a esa edad en la que no me comía ni las sopas con las mujeres, lo importante era eso, que era mujer, que daba el pego y lo más importante, que se había fijado en mí.

Y fue bastante curioso porque a principios de un verano me compré unos patines en línea, que ese verano iban a estar de supermoda. Me gasté todos mis ahorros en unos Rollerblade increíbles y me puse a patinar yo solo por media ciudad metiéndome de flostios por cada esquina hasta que pude mantenerme bien. Ese verano se había instalado cerca de mi casa un carrusel de feria (puro caballito de plástico dando vueltas para los niños), y a huevo que todos los días pasaba yo con mis patines por allí porque no había otro camino. Un día, a mi buzón llegó una carta sin remitente, pero que ponía mi nombre. Era una carta de amor. Con los bordes quemados (al más puro estilo apergaminado). "Dios -pensé-, mis sueños se han cumplido. De quién será?" Por mi mente empezaron a volar nombres de chicas que me gustaban...y la verdad, volaron decenas y decenas de nombres porque por esa época me gustaba todo lo que se moviera y fuera mujer. En esa carta me escribieron que era muy guapo y que patinaba muy bien...que era muy deportista, bla bla bla y JA JA JA.

Lo que suele pasar en estos casos pasó. La que me escribió la carta era una de las dos que siempre estaba en el carrusel. Su cara nunca pasó por mi mente porque al fin y al cabo NO ME GUSTABA NAAADA y ya era raro porque ya digo, me gustaba todo lo que fuera mujer y tuviera sangre en las venas.

No recuerdo cómo, me hice amigo de la que le gustaba, pero tatatachán, una tarde me presentó a su amiga, Estela, y me gustó y le gusté aunque ni ella ni yo éramos gran cosa. Eso sí, yo era muy simpático y con buen corazón, jeje.

Empezamos a salir, aunque nunca nos dimos un beso, pero yo empecé a aburrirme y a pasar más de ella. Se juntó también que eran las fiestas del barrio de fútbol y pues en esa época elegir entre mis amigos y ella tenía una solución fácil: mis amigos.

Yo estaba en la gloria. Me sentía un chingón: tenía una chava aguantándome que me fuera con mis amigos a jugar y no le hiciera ni pajolero caso; no dejaba de mejorar mi técnica con los patines y estaba de vacaciones, rascándome las nalgas a mano llena. Y todo siguió así, hasta que un día sonó el telefonillo del portal de mi casa: "¿Quién es?", pregunté. "Soy yo, Estela. ¿Puedes bajar?". Eran las 5 ó 6 de la tarde y yo estaba en plena partida del Out Run, un juego del ordenador MSX 64K que mi hermano se había agenciado años atrás.

Medio molesto bajé al portal y ahí estaba ella, con un sobre blanco en la mano. "Toma", me dijo extendiéndome el sobre. "Y esto, ¿qué es?", pregunté. "Un sobre. Ábrelo y mañana hablamos, ¿vale?". Yo me di por enterado y sin decir nada, ambos nos fuimos, cada quien por su lado. Al llegar a mi casa abrí el sobre y encontré una tarjeta de esas de felicitación. Nunca se me olvidará. Era una tarjeta roja con un bebé sentado en medio sonriendo, en blanco y negro. El texto que venía con la tarjeta no lo recuerdo, pero Estela, cuidadosamente, había escrito una frase que nunca se me olvidó, sobre todo por la rima: "La oportunidad no pasa andando, sino volando. Decídete, que te estoy esperando".

Joder, me llegó. En ese momento me dije: "que jodío eres, nene. Te pasas con ella". Entonces traté de escribirle una nota (era la moda, escribirlo todo en notas. Más emocionante). La reescribí como 10 veces hasta que pensé: "no, mejor se lo digo a la cara y le pido perdón". Con esas me dormí en la noche pensando en cómo iba a pedirle perdón por pasar olímpicamente de ella. Pero a la mañana siguiente, ya con las ideas más frescas, pensé: "joder, vaya rima. Bonito, bonito, pero vaya rima. Además, hay otras en el mundo, ¿no? Si ya he conseguido a una, de soltero puedo conseguir a otras..." y así fue. Acordamos que nos dejaríamos de ver y yo me colgué de nuevo el cartel de soltero, el cual siguió colgado durante muuuucho tiempo (jodida realidad).

Después de unos años la vi en algún pub que otro. Me contó su amiga, la que me escribió la carta apergaminada, que tenía novio, un tío con una pepino (moto Yamaha Yog) y de Chauchina. Ella estaba más Yoli que nunca; se hacía la línea de los ojos hasta las orejas y estaba flipada con su chulito de la pepino. Tiempo después me dicen que el tío pasó de ella y, creo recordar, que iba a entrar a la universidad, la amiga común me dijo que Estela, ya soltera, quería quedar conmigo para tomar algo y hablar. Que la invitara a salir. Cuando me dijo eso, lo único que me vino a la cabeza fue: "La oportunidad no pasa andando, sino volando. Decídete que te estoy esperando" y me negué.

3 abr 2009

Imágenes para recordar

Todos los días me acuerdo de Jaén y de Granada. Será que es tiempo de que me acuerde todos los días...Aquí, una foto de los olivares de Jaén y sus líneas perfectas...


1 abr 2009

Vídeos musicales inolvidables III

Israé me mostró este vídeo. Es de una niña peruana, Wendy Sulca, y se llama La Tetita. El grupito que toca detrás de ella y el niño danzarín son de otro nivel...Pegadiza la canción...


30 segundos al mes

-"No, mis agentes no va a llenar más formularios", me dice.
-"¿Me dejas hablar sin cortarme? Te explico que es sólo poner el nombre del restaurante al que se le vende un espacio, el teléfono y la dirección en la página administrativa una vez al mes o algo así, joder, no cierran al día 100 restaurantes y abren otros cien para que se actualicen esos datos cada día", le respondo. "Eso llevará a tus agentes menos de 30 segundos al mes. Se meten en la página con su login y su password y ya, escriben esos datos, le hacen click y se publican".
-"No, ya te digo que no, que mis agentes ya están llenos de trabajo y hacer eso provoca que no estén haciendo una llamada de teléfono, una venta o algo así. Así que no y no".(Silencio antes de continuar). "Si quieres, lo que pueden hacer mis agentes es escribir un correo electrónico con esos datos y enviártelo para que tu gente pueda subirlo a internet"...