Más allá de la marranada del vídeo, lo que más me llamó la atención del mismo fue lo espectacular de los sonidos: para empezar, un idioma que no entiende ni su madre; después, el sonido brusco y puro del vómito; después, silencio; y después de nuevo el idioma... Un juego de sonidos fino y puro...
13 may 2009
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