7 may 2009

Las anécdotas de Lauri (I): el piropo

Hace muchos años, cuando veraneábamos en Los Yesos, marchoso y variopinto (por mis webs) pueblo de la costa granadina, conocí al que creía que era el amor de mi vida. Lauri, se llamaba, o la llamaban, pero en ese entonces me parecía el nombre más bonito del mundo y la única mujer que se fijó en mis huesos. Ni recuerdo cuántos años tenía, pero eran suficientes para pensar sólo en ella.
-Tío, ¿sabes que Lauri te pone los cuernos cuando acaba el verano?, me decía un pringao cuatro ojos, hijo de la familia que compartía casa de verano con la familia de Lauri.
-Bah, me da igual (hasta ahí llegaba mi amor, que ni era celoso). Total, yo también le pongo los cuernos cuando acaba el verano (una mierda; no me comía una rosca en invierno y sólo estaba esperando que llegara el verano pa poder, aunque sea, darle la mano). Pero bueno, me hacía el fuerte.
Un día, temprano, Lauri llamó a mi ventana (mi familia rentaba una casa encima de la de ella). Salí muerto de sueño y me dio una carta. Había subido junto con la hija de los amigos de sus papás, vamos, la hermana del pringao cuatro ojos que me dijo lo de los cuernos.
-Toma, para ti, me dijo, y se fue.
Era el primer año que la conocía, pero en las intensas tardes de Los Yesos, cuya única diversión era ver los coches pasar por la carretera, después de la curva y jugar a adivinar de qué color sería el próximo coche que pasara, Lauri y yo nos hicimos inseparables. Supongo que eso fue lo que provocó ese amor tan intenso del que sólo, en tres o cuatro años, se originó un simple beso de medio segundo. Cosas de la edad.
Entré en la casa y la carta, pintada con plumones de diferentes colores, rezaba unos versos, no tan bonitos como los de Estela (ver posts anteriores) ("La oportunidad no pasa andando, sino volando, decídete que te estoy esperando), claro, pero cargados de sentimiento y profundas palabras:
"Tu madre tuvo que ser pastelera,
porque un bombón como tú
no lo hace cualquiera".
Yo, que espantaba en las mujeres sin querer el deseo de que me dijeran versos o piropos -además, se llevaba que lo dijeran los hombres-, me sentí como nunca. "La tengo en el bote", pensé y se me quitó el sueño.
Sin quererlo me vino mi vena poética y mis recuerdos de clases y dije algo así como "nene, nene, no le puedes fallar. Ella está esperando una poesía o un piropo". Agarré una hoja de una libreta de cuadros, una pluma de Caja Rural (todo el mundo tenía una aunque no pintara) y saqué de mí....¡MI PRIMER PIROPO!
Wow. Impresionante, ahí estaba. Doblé la carta y utilicé el sobre que me había dado ella. Total, todos los sobres eran iguales. Me cambié de ropa y bajé. Como era tan, la verdad, tan sucio en esa época, como no había sudado en la noche y, lo más importante, como no estaba mi madre para obligarme a bañarme ni mi hermano para acusarme de marrano, obvié ese paso de la bañera y simplemente me peiné un poco al estilo José Mari Aznar y pa lante, pa'l toro....
Bajé y me la encontré de frente, sin su amiga, en plena cuesta hacia la playa.
-Hola, Lauri, le dije de manera original.
-Hola. Me respondió sutilmente.
-Toma. Esto es para ti. Pero léela después, ¿vale?
-Vale.
Me fui a mi casa y ella se quedó atrás, averiguando qué decía la carta. No la vi hasta la tarde, cuando todos los niños de las casas bajábamos a jugar 21 o botella a la canasta de la casa más grande.
-Hola, Lauri.
-Eres un bestia, me respondió en buen plan.
-¿Por qué?
-Pensaba que eras más romántico, y se rió.
Se me quedó cara de tonto recordando el piropo que le dije como para no ser menos que su piropo.
-Ah, perdona.
-La verdad, tú crees que "tía buena, maciza, tu culo me hipnotiza" ¿es un piropo bonito? Eres un bestia........pero gracias...si lo piensas así...

2 comments:

chuikov dijo...

jajaj. que romanticismo!!!

Eduardol dijo...

Mi estimado habitante, me cae que dejas corta a las mismísimas Corín Tellado y Bárbara Cartland juntas, es más, palabras tan sutiles y etéreas sólo se comparan con los piropos de un escritor de comedia mexicana (creo que el de La Escuelita de Jorgito del Mazo). Es más, deberías dedicarte a escribir tarjetas de Hallmark o Américan Greetings, serían un éxito jajaja.
Es broma, la verdad creo que el romanticismo y las hormonas no siempre van de la mano :D