-Muy bien, muy bien. Tenemos que jugar más conjuntados -dice el entrenador de voley después de un primer tiempo en el que su equipo ha sido vapuleado y casi casi masacrado en pleno combate-. Miren, el problema estuvo en la recepción, pero no pasa nada, son nuestras, están nerviosas -continúa optimista después de que el equipo rival le metiera un 25-6 escandaloso-.
Todas lo miran cansadas. Algunas se agarran la cintura y otras deciden ni siquiera levantar la vista. Realmente, ¿qué puedes decir a tu equipo cuando no han olido una pelota desde el pitido inicial?
-Vamos a ver: vamos a seguir así (aplaudiendo nervioso), pero recepcionando mejor. Tú, ponte en el medio y tú cubres su posición. Con eso las vamos a atar.
En el segundo tiempo, el equipo de Cecy siguió arrasando y ella rematando impecable. Entonces parece que se aburrieron y las que antes se ahogaban se levantaron suavemente. Cecy agarró la pelota y con su saque fulminó las ganas de intentar ganar que pudieron soñar en algún momento.
-No nos fue tan mal, pudo ser peor -finalizó el entrenador del equipo perdedor-, total, lo único que nos falta es creérnoslo, tener confianza en nosotros...
Supongo que eso será, bueno, eso y mínimo, mínimo, mínimo 6 jugadoras que juegen mejor...
12 mar 2009
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