Se puede vivir en un mundo globalizado aunque uno no sea globalizado. Y no porque no quiera, sino porque su mente todavía no ha cambiado el chip, no se ha adaptado a un mundo que pide, e incluso obliga de una u otra forma, globalización total. Mérida no es lo mismo que Granada. México no es lo mismo que España. Son ciudades y países diferentes, ni mejores ni peores, simplemente diferentes. Todos tienen sus tipos de sociedades características, sus modos de vida, sus tendencias y realidades y es probable que los caminos que sigan en el futuro sean muy diferentes.
Entonces, ¿por qué tratamos de ajustar tendencias, sociedades, gustos y realidades de otros lugares a nuestro lugar de residencia o nacimiento? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?....
21 dic 2008
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